martes, 21 de abril de 2015

PORQUE NO PUEDES DEJAR LA COCAINA?

Abstinencia de la cocaína

La abstinencia de cocaína ocurre cuando una persona que consume mucha cocaína reduce o abandona el uso de esta droga. No se requiere la abstinencia completa y un nivel de la droga de cero en el suero.

Causas

La cocaína produce una sensación de gozo extremo al hacer que el cerebro libere mayores cantidades de lo normal de algunos bioquímicos. Sin embargo, los efectos de la cocaína en otras partes del cuerpo pueden ser muy graves e incluso mortales.
Cuando se suspende el consumo de la cocaína o se termina su efecto, se presenta el derrumbamiento casi inmediatamente después, acompañado de un deseo vehemente de más cocaína. Los síntomas adicionales comprenden fatiga, ausencia de placer, ansiedad, irritabilidad, somnolencia y en ocasiones agitación o paranoia extrema.
La abstinencia de la cocaína usualmente no tiene síntomas físicos visibles como vómitos y temblor que suelen acompañar la abstinencia de la heroína o del alcohol.
En el pasado, la gente subestimaba qué tan adictiva puede ser la cocaína. Sin embargo, esta droga es adictiva cuando la adicción se define como un deseo por más droga, a pesar de las consecuencias negativas.
El nivel de deseo vehemente, irritabilidad, depresión demorada y otros síntomas producidos por la abstinencia de la cocaína igualan o superan lo que se siente con otros síndromes de abstinencia.
Ver también:

Síntomas

Entre los síntomas primarios se encuentran:
  • Agitación y conducta inquieta
  • Desánimo
  • Fatiga
  • Malestar generalizado
  • Aumento del apetito
  • Sueños demasiado intensos y desagradables
  • Disminución de la actividad
El deseo vehemente y la depresión pueden durar meses luego de abandonar el consumo intenso (en especial a diario) por un período prolongado. En algunas personas, los síntomas de la abstinencia también pueden asociarse con ideas suicidas.
Durante la abstinencia, pueden presentarse deseos poderosos e intensos de consumir cocaína. Sin embargo, la "borrachera" asociada con el consumo progresivo se torna menos y menos placentera y puede ocasionar una experiencia de temor y paranoia más que de gozo. De la misma manera, los deseos pueden seguir siendo intensos.

Pruebas y exámenes

El examen físico y los antecedentes de consumo de cocaína son suficientes para diagnosticar esta afección.
Se puede llevar a cabo un examen toxicológico para ver si se puede haber consumido otras drogas.
Otros exámenes de rutina pueden abarcar:  
  • Química sanguínea y pruebas de la función hepática, como el CHEM-20.  
  • Enzimas cardíacas (busca evidencia de daño cardíaco o ataque al corazón). 
  • CSC (hemograma completo) que mide los glóbulos rojos y blancos y las plaquetas, las cuales ayudan a coagular la sangre.  
  • ECG (registro del corazón). 
  • Radiografía de tórax. 
  • Análisis de orina.

Tratamiento

La abstinencia de la cocaína puede no ser tan inestable como la abstinencia del alcohol. Sin embargo, la abstinencia del consumo crónico de cualquier sustancia es muy seria. Existe el riesgo de suicidio o de sobredosis.
Los síntomas por lo regular desaparecen con el tiempo. Las personas que experimentan esta abstinencia con frecuencia consumirán alcohol, sedantes, hipnóticos o medicamentos o ansiolíticos como el diazepan (Valium) o lorazepam (Ativan) para tratar sus síntomas. No se recomienda el consumo de estas drogas, ya que simplemente cambia la adicción de una sustancia a otra.
Al menos la mitad de las personas adictas a la cocaína tienen también un trastorno mental (particularmente depresión y trastorno por déficit de atención). Estas afecciones se deben sospechar y tratar. Cuando se hace un diagnóstico y tratamiento, las tasas de recaída se reducen notoriamente. Todos los medicamentos recetados se deben vigilar cuidadosamente en pacientes drogadictos.

Grupos de apoyo

Los programas de los doce pasos de los grupos de apoyo como Cocaine Anonymous o Narcóticos Anónimos (Narcotics Anonymous) han ayudado a muchas de las personas adictas a la cocaína. Se recomiendan los grupos alternativos como SMART recovery para aquellas personas a quienes no les gusta el programa de los doce pasos.

Expectativas (pronóstico)

Es difícil el tratamiento de la adicción a la cocaína y se puede presentar reincidencia. Sin embargo, las tasas que indican un logro en la estabilización son tan buenas como las de otras enfermedades crónicas como la diabetes y el asma.
El tratamiento debe iniciarse con la opción menos restrictiva y progresar si es necesario. Según estudios, la atención ambulatoria es tan efectiva como la atención a pacientes internos adictos a la cocaína en la mayoría de los casos.
En la actualidad, no existen medicamentos efectivos para reducir el deseo, aunque se están probando algunos. En algunos estudios, se ha informado que medicamentos, como la amantadina y la bromocriptina, pueden ayudarle al paciente a reducir el deseo vehemente por la droga, a aumentar la energía y a normalizar el sueño, en especial entre aquellos que presentan la adicción más seria.

Posibles complicaciones

  • Depresión
  • Deseo vehemente y sobredosis
  • Suicidio
Debido a que muchos consumidores abusarán de más de una droga, es necesario descartar otros síndromes de abstinencia, como el del alcohol.

Cuándo contactar a un profesional médico

Consulte con el médico si consume cocaína y necesita ayuda para dejarla.

Prevención

Evite el consumo de cocaína. Si usted ya ha consumido cocaína antes y desea interrumpir su consumo, trate de evitar a las personas, los lugares y las cosas que asocie con la droga. Si está pensando en la euforia ocasionada por la cocaína, haga un esfuerzo para pensar en las consecuencias negativas que vienen después de su consumo. La participación en grupos es útil para muchas personas.

Referencias

Doyon S. Opiods. In: Tintinalli JE, Kelen GD, Stapczynski JS, Ma OJ, Cline DM, eds. Emergency Medicine: A Comprehensive Study Guide. 6th ed. New York, NY: McGraw-Hill; 2004:chap 167.
Wax PM, Barrera, R. . Drug Withdrawal. In: Wolfson AB, Hendey GW, Ling LJ, et al, eds. Harwood-Nuss' Clinical Practice of Emergency Medicine. 5th ed. Philadelphia, Pa: Lippincott Williams & Wilkins; 2009:chap 337.

Actualizado: 4/5/2013

Versión en inglés revisada por: Jacob L. Heller, MD, MHA, Emergency Medicine, Virginia Mason Medical Center, Seattle, Washington. Also reviewed by A.D.A.M. Health Solutions, Ebix, Inc., Editorial Team: David Zieve, MD, MHA, Bethanne Black, Stephanie Slon, and Nissi Wang.
Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.

FUENTE http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000947.htm

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